domingo, 30 de marzo de 2008

LOS SUELDOS DE LOS FUNCIONARIOS, ¿ES MUCHO O POCO?

POR: ALFREDO TRESS JIMÉNEZ


Se ha comentado últimamente sobre los ingresos que perciben los presidentes municipales, síndicos y regidores. La polémica se ha suscitado más que nada en los medios de comunicación, lo que ha provocado que la ciudadanía se pregunte si los sueldos de los ediles son mucho o poco.

Debemos considerar que los funcionarios de todos los niveles perciben ingresos por la actividad que desempeñan; sin embargo, en muchos casos es desproporcionado lo que percibe la dependencia o municipio para beneficiar al ciudadano, que finalmente es a quién se dice que se sirve.

Los más cuestionados son los funcionarios municipales, ya que entre ediles, empleados de confianza y sindicalizados, los ingresos alcanzan en promedio una erogación del 30% de los recursos totales que recibe el municipio, sumado a los gastos indirectos y gasto corriente como luz, teléfono, mantenimiento de unidades automotores, compensaciones, viáticos, contrataciones extraordinarias, adquisiciones, rentas, impuestos, multas, seguridad social, aguinaldos, etc, etc., para que al final, del 100% del total de los recursos que recibe un municipio, aproximadamente el 70% se gasta en sueldos y gasto corriente y si acaso el 30% se destina en acciones, programas, obras y servicios a favor de la ciudadanía.

Si le preguntamos a un empresario cuál es su gasto de operación y cuál es su utilidad neta, regularmente las cifras son contrarias, 30% de gastos de operación y 70% de utilidad neta, considerando el pago de impuesto que es un concepto no menor. Lo sorprendente es que si este mismo empresario logra encabezar un municipio, por razones inexplicables o tal vez lo explicable es que el dinero que administra no es suyo, los porcentajes se invierten al administrar recursos públicos.

Para controlar los excesos, últimamente los gobiernos han instrumentado acciones de auditorías, o mejor dicho más burocracia, para vigilar la óptima y transparente utilización de los recursos económicos públicos. Dependencias que muchas veces no tan solo se convierten en cargas financieras a la administración pública, sino que actuan solapando a quién el jefe superior les ordena, enjuiciando muchas veces personas que su único pecado es no pertenecer a su equipo de trabajo o grupo cercano al que manda.

Por lo que la iniciativa que se quedó congelada en la legislatura pasada y que hoy se quiere revivir, más allá de que sea una iniciativa que da respuesta al sentir ciudadano, se deben analizar los criterios que se van a emplear para tabular el sueldo de los funcionarios de todos los niveles y de los tres poderes. No se trata de que se otorguen sueldos de hambre, como tampoco percepciones elevadas que no correspondan al trabajo que desempeñan, se deben fijar salarios dignos acordes a las funciones, eficacia, eficiencia y productividad en su desempeño. Como decía el Presidente Juárez, "el funcionario debe aprender a vivir en su justa medianía".
Es incorrecta la declaración vertida hace unos días por la diputada Carolina Gudiño, quién refirió: "el gobernador pregona con el ejemplo"; sin embargo, vale la pena recordarle a la diputada que el sueldo oficial del gobernador es independiente al resto de los ingresos que percibe al disponer de diversas cajas chicas, por lo que una reducción no le afecta en lo mínimo, inclusive se puede dar el lujo de no recibir ingresos por la función que desempeña.
Podemos clasificar tres elementos que rigen el contexto en el que se desarrollan los salarios de los funcionarios; el primero, es la falta de seguridad en el empleo, lo cual ha obligado al gobierno a pagar compensaciones ante el riesgo del despido sorpresivo; la segunda, es la falta de mecanismos efectivos que midan el desempeño del aparato burocrático y lo llamen a rendir cuentas reales y transparentes a la sociedad mexicana, ya que esta no conoce mecanismo alguno que indique si los ingresos que perciben los funcionarios corresponden al nivel de responsabilidad, desempeño o productividad; la tercera, es la polarización de los ingresos entre la población.
Sin duda la ciudadanía quiere que en los puestos estén los mejores servidores públicos, los menos corruptos; pero al mismo tiempo, no cuestionarían los ingresos justos.
Con salarios de hambre no tendremos a los mejores funcionarios, a muchos especialistas no les interesaría el servicio público si los salarios son menores a los que reciben en la iniciativa privada y las responsabilidades que se derivan de su labor tienen mayores repercusiones sobre su futuro. No se está a favor del derroche y la desigualdad económica frente a los bajos salarios mínimos que gana un trabajador en nuestro país, pero si se debe recompensar el esfuerzo de los funcionarios que trabajan y más aún si se han preparado académicamente con licenciaturas, posgrados, doctorados para ocupar cargos públicos y servir a la ciudadanía. Se deben analizar a fondo los sueldos de los funcionarios, privilegiando la aplicación de mayores recursos en programas, obras y acciones a favor de la ciudadanía, si bien no se deben aplicar bajos salarios, tampoco caer en los excesos. ¿Usted qué opina?
alfredotress04@yahoo.com

martes, 25 de marzo de 2008


EN DEFENSA DEL PETRÓLEO
POR: ALFREDO TRESS JIMÉNEZ
El gobierno federal se ha empeñado en mostrar las bondades de la privatización del petróleo, a través de spots radiofónicos o televisivos que hablan de un tesoro que solo se puede sacar con ayuda extranjera, y donde los beneficios para los mexicanos serían"enormes", quizás se refieren a "mexicanos" por conveniencia como Juan Camilo Mouriño, que son los únicos que se favorecerían a costa de empobrecer aún más a nuestra patria.
El petróleo se puede convertir en palanca del desarrollo nacional. La relevancia del sector energético radica en que se extiende desde la extracción del crudo y el gas hasta la refinación, la petroquímica y la generación de electricidad. Los productos de estas industrias son insumos de otras y, así, se va formando una gran cadena de valor económico. Además las industrias energéticas usan de manera masiva bienes y servicios de otras ramas de la economía, con lo que se fortalece el mercado interno.
Por otra parte, todas las proyecciones indican que la demanda de energéticos seguirá en aumento, incluso, se estima que para el año 2020 será un 50% mayor que la actual. Es decir, aún cuando se continúa investigando sobre otras fuentes de energía, todavía por varias décadas el desarrollo de la economía mundial seguirá sustentándose en los hidrocarburos.
Es en este horizonte en el que México goza de invaluables posibilidades de desarrollo. Nuestro país cuenta con reservas potenciales de crudo suficientes para producir gasolinas y petroquímicos y, además, posee en el subsuelo gran cantidad de gas natural que, cada vez, con mayor frecuencia se está utilizando para la generación de energía eléctrica.
Este gran potencial económico se ha desaprovechado y no se ha usado el petróleo para fomentar la industrialización, generar empleos y convertir a México en una potencia energética. La respuesta, aunque parezca increíble, tiene que ver con la idea que ha prevalecido, en los últimos 25 años, de privatizar la industria eléctrica y el petróleo. Y desde luego, detrás de esta concepción está el interés de quienes ambicionan apropiarse de recursos que son propiedad de la Nación y del pueblo de México. Sólo así se explica que desde 1983, en vez de modernizar la industria petrolera y convertirla en palanca del desarrollo nacional, todos los gobiernos neoliberales han optado, deliberadamente, por arruinarla y tener el pretexto para venderla y convertirla en un negocio privado.
Durante este periodo, la política energética ha sido manejada con perversidad, de manera irresponsable y con una sorprendente falta de visión y sentido común. Lo único que les ha importado es vender petróleo crudo al extranjero haciendo a un lado la exploración de nuevos yacimientos y, sobre todo, dejando en el abandono la refinación y la industria petroquímica.
Es tan absurdo lo que han hecho que este año se comprará gasolina en el extranjero con un valor de 10 mil millones dólares, exactamente lo que costarían las tres refinerías que necesita el país para ser autosuficientes en este combustible. En suma, el sector energético no ha tenido prioridad en los planes gubernamentales y México se ha convertido en exportador de crudo e importador de productos con mayor valor agregado. Todo esto nos ha llevado a una gravísima situación de dependencia. Se compra caro en el exterior la cuarta parte del gas que necesitamos en el país y el 40 por ciento de la gasolina que consumimos.
Por si fuera poco, en México, la electricidad y el gas, le cuestan más al consumidor y al empresario que en Estados Unidos y que en otros países del mundo. En cuanto a la gasolina, mientras nosotros pagamos en diciembre de 2007 el litro en 8 pesos con 74 centavos, en otros países petroleros como en Rusia valía 8.48; en Estados Unidos, 7.51; en China 7.16; en Nigeria, 5.28; en Emiratos Árabes, 4.99; en Ecuador, 4.34; en Irak, 3.49; en Kuwait, 2.32; en Arabia Saudita, 1.32; en Irán, 0.97 y en Venezuela 50 centavos por litro.
Es en este panorama y esgrimiendo la falta de recursos económicos y de tecnología, que el gobierno calderonista pretende privatizar esta riqueza de la nación y compartir la renta petrolera con empresas extranjeras. PEMEX es la segunda petrolera con mayor flujo de efectivo del mundo. Los impuestos que pagó el año pasado fueron de 60 mil millones de dólares, equivalentes al 38 por ciento del presupuesto del gobierno federal, y a más de tres veces, lo que pagaron de impuestos sobre la renta todas las empresas privadas del país. Si PEMEX no invierte lo suficiente, es porque el gobierno se lo confisca todo invariablemente.
En cuanto a la tecnología, es falso que irremediablemente tengamos que asociarnos con empresas extranjeras y no se pueda contratar. Además hay trabajadores, técnicos e ingenieros petroleros mexicanos con mucha experiencia. Sólo los gobiernos vende patrias, pueden argumentar que hoy PEMEX no puede y que su entrega al sector privado, nacional o extranjero, es la única salvación.
Se debe invertir en la exploración de nuevos campos, en el desarrollo de los yacimientos de gas natural, en la perforación de nuevos pozos, en la construcción de tres nuevas refinerías, en la modernización y ampliación de plantas petroquímicas, a la investigación y tecnología y en el mantenimiento de las instalaciones petroleras, esto se lograría reduciendo el gasto corriente y de operación del gobierno que benefician desmedidamente a la alta burocracia y que todo el excedente que se obtenga por encima del precio del petróleo aprobado por la Cámara de Diputados, se invierta en el desarrollo del sector energético.
Para tener una idea del potencial de esta medida, si se mantuviera el precio internacional actual del petróleo por un año, este excedente sería de más de 200 mil millones de pesos. Al respecto conviene recordar que, durante el gobierno de Fox, tan sólo de excedentes por los precios altos del petróleo, se recibieron 10 mil millones de dólares por año en el trienio de 2004 a 2006. Y la desgracia fue y sigue siendo, que todo ese dinero, en vez de destinarse a modernizar a PEMEX, a promover el desarrollo de México y a garantizar el bienestar del pueblo, se derrochó en beneficio de la alta burocracia.
De modo que sí hay un proyecto alternativo impulsado por los partidos progresistas para hacer frente a la gran estafa impulsada por la derecha y que dejaría a nuestro país y a los mexicanos sin desarrollo futuro. Defendamos el petróleo evitando que el PRIAN nos regrese al porfiriato y nos conviertan en colonia. ¿Usted qué opina? alfredotress04@yahoo.com

lunes, 10 de marzo de 2008

Reconocimiento y respeto a las personas con discapacidad

Por: Alfredo Tress Jiménez

Hace unos días en un centro comercial en la ciudad de Córdoba, lugares ampliamente concurridos por la ciudadanía, antes de acceder al interior del local, observé como una señora hacía señas llamando mi atención; sin embargo, supuse que no me llamaba a mí, fue tal mi sorpresa que la señora se bajó de su automóvil y se dirigió a un servidor comentándome, "oiga, ya que usted escribe en los medios de comunicación le comento que me intenté estacionar en un espacio reservado para discapacitados, ya que me acompaña mi hija que hace más de un mes que no salía de casa por encontrarse lastimada, le pedí oportunidad a una persona en buen estado físico que se estaba estacionando en el espacio para discapacitados y no tan solo no me hizo caso, sino que se bajo molesto ignorándome". Finalmente me comentó, "escriba algo y ojala se actúe por parte de las autoridades".

El tema de las personas con discapacidad, es un tema de la mayor importancia por los avances legales y gubernamentales que existen actualmente a favor de estas personas, recordemos que el 3 de diciembre de cada año, se celebra el día mundial de la persona con discapacidad. Y es importante saber que actualmente muchos políticos con el propósito de darles otra categoría llaman a estas personas con capacidades diferentes. Desconociendo que el nombre adoptado internacionalmente es personas con discapacidad. Es lamentable que aún se escuche en algunos medios de difusión referirse con nombres no correctos a las personas con alguna discapacidad como "discapacitados -invalido-minusválido". Ante todo son personas, no son simplemente sordos, ciegos, etc., son personas con discapacidad auditiva, personas con retraso mental etc., no son personas inválidas, ya que este concepto atañe a personas sin valor.

Incluso en la "Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad", que originalmente fue propuesta por nuestro país y aprobada por la mayoría de los países pertenecientes a la Organización de las Naciones Unidas, se habla de Personas con Discapacidad y no de "capacidades diferentes". Más aún, en las diferentes reformas realizadas a las leyes federales como: La Ley General de Asentamientos Humanos, la Ley General de Obras Públicas, la Ley Federal de Protección al Consumidor, la Ley Aduanera, la Ley de Cultura Física y Deporte, la Ley de Desarrollo Social, entre otras; hablan de Personas con Discapacidad e incluso algunos ordenamientos federales y locales definen y limitan claramente qué se entiende por una Persona con Discapacidad. Al igual que los ordenamientos federales, en su mayoría las leyes estatales de los 31 estados y la ley del Distrito Federal, se refieren a estos ciudadanos como Personas con Discapacidad y no de "capacidades diferentes", pues aunque la Constitución mencionaba ese término no existe ningún ordenamiento ni ley reglamentaria que defina propiamente lo que se debe entender por "capacidades diferentes".
Debemos considerar el corregir los errores del pasado que fueron menospreciando a las personas con alguna discapacidad, para restablecer sus derechos, –en principio- utilizando la forma correcta de dirigirse a ellos. Se estima que más de 500 millones de personas en el mundo tienen algún impedimento físico, mental o sensorial y alrededor del 80 % de estas personas viven en los países en desarrollo.
Generalmente a las personas con discapacidad se les niega la posibilidad de educación o de desarrollo profesional, se les excluye de la vida cultural y las relaciones sociales normales, tienen acceso restringido a edificios públicos, transporte y que decir las preferencias a los espacios ya disponibles para ser utilizados por ellos.
Se debe mencionar también, que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha trabajado fuertemente por mejorar la vida de las personas con discapacidad. En el decenio de 1970, el concepto de los derechos humanos de las personas con discapacidad gano más aceptación internacional. En 1975 fue aprobada por la Asamblea General la Declaración de los Derechos de los Impedidos, la cual fija las normas para el trato igual y el acceso igual a los servicios que aceleran la integración social de estas personas.
En el Año Internacional de los Impedidos (1981) se adoptó el Programa de Acción Mundial y la proclamación del Decenio de las Naciones Unidas para los Impedidos. Debido a que a pesar de los esfuerzos de las Naciones Unidas "en pro de la igualdad de oportunidades", las personas con discapacidad seguían siendo discriminados, la Asamblea adoptó en 1991 los Principios para la Protección de los Enfermos Mentales y el Mejoramiento de la Atención de la Salud Mental, y apoyó en 1994 una estrategia a largo plazo para promover un Programa de Acción Mundial que busca proteger y mejorar la calidad de vida de estas personas.

En México, el 10 de junio de 2005 se publicó en el Diario Oficial de la Federación, la Ley General de las Personas con Discapacidad, en su artículo 17 señala que se debe Garantizar que las empresas del transporte de pasajeros incluyan en sus unidades especificaciones técnicas y antropométricas adecuadas para las personas con discapacidad; Que se promueva el diseño de programas y campañas de educación vial, cortesía urbana y respeto hacia las personas con discapacidad en su tránsito por la vía pública y en lugares de acceso al público, entre otras disposiciones que deben acatarse y cumplirse.

Afortunadamente, al igual que muchos ciudadanos que reconocen y respetan a las personas con discapacidad, existen también institutos públicas que saben que las personas con discapacidad son una parte natural integrante de la sociedad, y en el interés de la sociedad en su conjunto deberán tener oportunidades para contribuir con su experiencia, su talento y capacidad al desarrollo nacional e internacional.
En estos momentos le corresponde a la sociedad en su conjunto, respetar y hacer respetar los derechos legales a favor de las personas con alguna discapacidad, hacemos un llamado respetuoso para que los negocios que dispongan de espacios para ser utilizados por discapacitados, los hagan valer con vigilancia, y las autoridades encargadas de hacer valer las leyes hagan lo necesario para fomentar el respeto y cumplimiento de la ley favor de los personas con discapacidad. ¿Usted qué opina?
alfredotress04@yahoo.com

lunes, 3 de marzo de 2008

DEFENDAMOS EL PETRÓLEO

Por: Alfredo Tress Jiménez

A unos cuantos días de celebrarse el LXX aniversario de la expropiación petrolera llevada a cabo por el General Lázaro Cárdenas del Río, es obligado para todos los mexicanos hacer una reflexión en torno a la situación actual que guarda la exploración, la explotación y la aplicación de los activos generados por el petróleo en nuestro país.

Pensar en este momento histórico en el contexto socioeconómico y político en que se fundamentó el General Cárdenas del Río para expropiar la mayor riqueza energética del país, nos lleva obligadamente a recordar las circunstancias nacionales y extranjeras que prevalecían durante los últimos años de la tercera década del siglo pasado, porque ello nos inspira para que hoy asumamos el papel que nos corresponde como patriotas, como ciudadanos y como mexicano del siglo XXI.

Recordemos que en 1938 ante el asombro de las fuerzas retardatarias, el General Cárdenas contó con el apoyo y respaldo total del pueblo, que marchó al zócalo de la ciudad de México para ofrecer su aportación económica, que si bien eran mínimas en lo efectivo, eran altamente simbólicas.

A 70 años de aquel 18 de marzo de 1938 es verdaderamente preocupante que PEMEX, la institución que genera la mayor fuente de ingresos de nuestro país, constituya el objeto de privatización de un grupo que integra la cúpula gobernante en estos momentos y que de ninguna manera se caracteriza por su patriotismo, que se traduce en velar por los intereses de los mexicanos, del pueblo, de la nación, de la ciudadanía que los eligió para cuidar el bienestar de todos los habitamos en este noble país.

Para ninguno de nosotros es desconocido que en estos momentos se vive uno de los mayores debates de nuestra historia, en el cual se enfrentan dos conceptos de nación, dos visiones del futuro de nuestro país, dos concepciones de las funciones que debe cumplir el Estado, es decir, no estamos ante cualquier debate del Congreso, ni ante partidos o corrientes políticas o un debate mediático, estamos ante el debate histórico.

Por un lado, nos encontramos los mexicanos que orgullosos hemos aprendido de la historia, de la lucha que nuestros padres y nuestros abuelos realizaron el siglo pasado para rescatar de manos extranjeras la industria petrolera, que ya desde entonces constituía una fuente de ingresos nada desdeñable, y que parecía ser un botín de guerra para los extranjeros y sus compañías que asignaban a nuestros compatriotas de entonces únicamente el papel de peones, de trabajadores explotados y de simples observadores de una riqueza que era extraída aquí, pero iba a parar al extranjero.

En este mismo lado, estamos los convencidos que México cuenta con recursos económicos, técnicos y humanos para manejar óptimamente nuestros propios recursos energéticos, porque estamos convencidos de que PEMEX no debe ser entregado a manos extranjeras bajo ningún subterfugio técnico ni financiero, ni tampoco bajo ninguna mascara que pretenda solapar y encubrir el saqueo que durante años y años han hecho a nuestra industria petrolera, desde caciques sindicales hasta funcionarios corruptos que en un amasiato mafioso han entrado en un contubernio antipatriótico.

Los que estamos en este lado del debate, estamos dispuestos a ofrecer toda nuestra fuerza social y política para que PEMEX permanezca siendo de los mexicanos, porque existen los recursos suficientes provenientes de la misma industria petrolera para ser reinvertidos y con ello evitar caer en la férula de las compañías transnacionales.

Del otro lado, están los enemigos del pueblo, los corruptos, los traidores, los que se hincaron ante Maximiliano de Habsburgo, los que festejaban a Porfirio Díaz, los que patrocinaban a los cristeros, los que aplaudieron la masacre de Tlatelolco, los que se beneficiaron con la privatización bancaria, los que militan en el Yunque, los enemigos del Estado Laico, es decir, la derecha.

Que no nos vengan con el cuento de que es necesaria una reforma constitucional, de que se requiere financiamiento extranjero, que es necesaria la tecnología extranjera, que tenemos que cotizar en la bolsa de valores. Lo que requiere nuestra industria energética es patriotismo, honestidad, rectitud en el manejo de los recursos que produce PEMEX y desechar la corrupción, el contubernio, la deshonestidad y la aspiración antipatriótica de formar parte de los grandes engranajes capitalistas.

El debate está en la mesa, la auténtica historia nacional, no la que quiere reconstruir la derecha y la seudo izquierda que traicionó los Acuerdos de San Andrés para adaptarla a los intereses de unos cuantos que siempre han ido en contra del pueblo mexicano y que hoy pretenden seguir usufructuando los recursos de México, reclama de todas las fuerzas políticas progresistas una participación valiente, auténtica, ajena a intereses de grupo, con visión de futuro y del lado del pueblo.

Esto nos enorgullece como veracruzanos que somos, ya que precisamente Veracruz es la entidad que históricamente más se identifica con la producción petrolera en nuestro país, y porque aquí se libró buena parte de la lucha petrolera en 1938 y contamos con los mayores recursos petrolíferos de la nación como lo son los mantos de la Cuenca de Chicontepec, aún inexplorados, pero ya objeto de ambiciones y contubernios.

Precisamente pensando en la evolución de la industria petrolera a beneficio de todos los mexicanos, fue que en 2004 Dante Delgado como candidato a la gubernatura del estado propuso en su campaña electoral la creación de PETROVER, en un paso más por una mejor distribución de la riqueza nacional y de lo que en realidad significa un auténtico federalismo.

Debemos asumir el papel que nos corresponde en Veracruz y en México. No podría ser de otra manera, porque sabemos que el pueblo que vive en la pobreza, marginado, carente de los servicios públicos básicos y todos los grupos sociales en general nos juzgarán, porque estarán atentos al actuar de cada uno de nosotros y lo sabrán señalar y reclamar en su momento.

Las fuerzas políticas progresistas, las organizaciones no gubernamentales, los campesinos, maestros, jóvenes, mujeres, instituciones educativas y todos los veracruzanos debemos sumarnos a esta cruzada, a este debate, que no es partidista ni es de grupos ni de intereses particulares, es por México, por nuestra dignidad, por nuestro futuro, porque debemos responder a nuestros padres y a nuestros abuelos que en 1938 escribieron con dignidad una página de la historia nacional que fue y es reconocida en todo el mundo. Hoy tenemos que ser dignos herederos de este importante hecho histórico. Que no nos convenzan de lo contrario, que no nos coopten con espejismos y con falacias.

México requiere de nosotros. Es el momento de demostrarnos con dignidad y entereza que sabemos responder a nuestra historia y a nuestro presente. El futuro depende de nosotros. Defendamos el PETRÓLEO más allá de filias y de posiciones políticas, México lo reclama. Nosotros debemos responder. ¿Usted que Opina?

alfredotress04@yahoo.com