lunes, 9 de julio de 2007

la propuesta de Reforma Fiscal de la derecha, por Alfredo Tress Jiménez



En los últimos meses la derecha asentada en el poder federal,- que por cierto ha prevalecido transitoriamente y siempre con resistencia popular- ha tratado de imponer nuevos impuestos escudados bajo reformas engañosas que confunden y lastiman a las clases más desprotegidas.
El modelo económico que defienden, no sólo no representa ninguna alternativa para enfrentar los grandes y graves problemas nacionales, sino que profundiza más al deterioro en todos los órdenes de la vida nacional. Recientemente impusieron, con la complacencia de los diputados y senadores del PRI, la reforma a la Ley del ISSSTE, para perjudicar a dos millones y medio de trabajadores al servicio del Estado, incluidos todos los maestros, que deberán pagar más por el derecho a la pensión, trabajarán más tiempo para jubilarse y, al final de toda una vida de trabajo, sólo recibirán la mitad de su salario. No es casual que el 12 de abril de 2007, Rodrigo Rato, presidente del Fondo Monetario Internacional y ex ministro de finanzas del gobierno derechista de España, durante la presidencia de José María Aznar, haya declarado eufórico que felicitaba al gobierno calderonista por la reforma a la Ley del ISSSTE, y le recomendara que hiciera lo mismo con la llamada reforma fiscal y, posteriormente, con la energética. Ante estas declaraciones, Felipe Calderón expresó que impulsaría la reforma fiscal enviando al Congreso una iniciativa con ese propósito.
La Reforma Fiscal simple y llanamente significa aumentar impuestos a la mayoría de la población. Afectar a los pobres, a profesionistas independientes, a pequeños y medianos comerciantes y empresarios, al endeble sector productivo del país, sin tocar para nada los privilegios fiscales de los potentados y del sector que se dedica a la especulación financiera. También se propone un impuesto especial a la gasolina y como todos sabemos, si aumenta el precio de la gasolina, seguirán los aumentos en todos los artículos de primera necesidad.
Aunado a esta cascada de aumentos pretenden cobrar más impuestos a los trabajadores y a la clase media, propuesta recaudadora, que no toca el oneroso gasto burocrático. No olvidemos que los funcionarios públicos de México se dan la gran vida, son de los mejores pagados del mundo, y que tan sólo la partida para el fondo de ahorro de los altos funcionarios públicos, incluidos los legisladores, magistrados, ministros de la Corte y ex presidentes de la república, implica cuatro mil millones de pesos.

Es claro pues, que si el gobierno de Calderón requiere de disponer de mas ingresos, no hace falta ni aumentar ni crear nuevos impuestos. Todo es cuestión de combatir la corrupción, de aplicar un plan de austeridad republicana y terminar con los privilegios fiscales; debe de reducirse el costo del gobierno al pueblo, le cuesta mucho a los mexicanos mantener al gobierno, por lo que se debe propiciar desde el poder la atención a menos burocracia y más pueblo.
No es congruente que exista un gobierno rico con pueblo pobre. Se debe terminar con todos los privilegios de la alta burocracia, por ejemplo, un ministro de la Corte en nuestro país gana 500 mil pesos mensuales, a los ex presidentes, como es el caso de Vicente Fox Quesada, se le sigue entregando una pensión millonaria (160 mil pesos mensuales) más otros bienes y servicios.
Es imprescindible cambiar la política económica; debe haber crecimiento económico y generación de empleos. Se llevan 24 años aplicando la misma política económica y no hay crecimiento de la economía y si no hay crecimiento de la economía, no hay empleos ni bienestar, se han abandonado las actividades productivas y el campo, México se ha convertido en el país que más mano de obra exporta al extranjero.

Según cifras oficiales, cada año 600 mil mexicanos se exilian por necesidad en Estados Unidos, se ven obligados a cruzar la frontera, para buscar algo que mitigue su hambre y su pobreza. Hay gente que puede pensar que en este, como en otros casos, se trata de rezagos que vienen de tiempo atrás, pero lo cierto es que son problemas nuevos, originados fundamentalmente por la política económica aplicada en los últimos años. Antes la migración era moderada y se daba en el centro y norte del país; ahora es masiva y la gente está saliendo de casi todos los estados de la República.

Con estas "reformas" lo que el gobierno ofrece es pasar de un crecimiento de 4.5% que hubo en 2006, a uno de 3.7% esperado para este año, desde luego sin nuevos empleos, sin atender el campo, sin mejorar la educación, sin promover nuevas empresas y manteniendo la marginación. Debemos decir NO a los nuevos impuestos. Lo que el país necesita es una nueva estrategia de desarrollo para crecer y distribuir los bienes de manera equitativa . ¿Usted qué opina? alfredotress04@yahoo.com

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