GUADALUPE VICTORIA EN LETRAS DE ORO


POR: ALFREDO TRESS JIMÉNEZ

El 2010 será un año significativo en la vida social y política de nuestro país, el año entrante, será altamente representativo, se cumple el Bicentenario de la Independencia (15 de septiembre de 1810) y el Centenario de la Revolución (20 de noviembre de 1910).

Podríamos mencionar a muchos próceres, pero me quiero referir en esta oportunidad a quién el pasado 9 de mayo forma parte de los personaje ilustres en el Congreso del Estado de Veracruz, Guadalupe Victoria, en letras de oro, está ubicado en el espacio que ocupan los personajes que se han destacado en la vida social y política de nuestro país y en particular de nuestro glorioso estado de Veracruz.

En la villa de Tamazula Durango, el 29 de Septiembre de 1786, nace el generalísimo José Miguel Fernández y Feliz, aquel que años más tarde adoptara el nombre de Guadalupe Victoria; el primero, en honor a la morena del Tepeyac del cual era devoto; y el segundo, por la Victoria el 24 de Febrero de 1821, año en que se reconoce la Independencia de México con al Plan de Iguala, y se consuma el 24 de agosto del mismo año con la firma de los Tratados de Córdoba.

En 1811 el aún joven estudiante del Colegio de San Ildefonso, deserta de la cátedra impartida en aquel colegio, para incorporarse de lleno a las filas insurgentes, el amor a su patria y la defensa de su independencia, lo llaman al joven a pelear al lado de José Maria Morelos y Pavón.

No pasaría mucho tiempo para que uno de los Benemérito de la Patria, Guadalupe Victoria, mostrará su coraje y el valor que lo caracterizó hasta su muerte, defendiendo con honor la ciudad de Oaxaca del enemigo realista, lo que le valió esta acción para que lo pusieran al mando del ejército insurgente en Veracruz. El Congreso de Chilpancingo lo nombró General Brigadier en 1814 y acompañó a Morelos a Veracruz, donde se quedó a operar después de la retirada del caudillo, en donde se puso a las órdenes del General Nicolás Bravo.
Ya convertido en coronel, se encargó de defender los puertos de Nautla y Boquillas de Piedras ubicados en el Estado de Veracruz. Organizó un gobierno en el territorio que dominaba, fijó impuestos para el sostenimiento de la guerra, nombró jueces y definió las condiciones para la creación de una fuerza marítima. Logró asediar y aislar las ciudades de Córdoba, Orizaba y Jalapa.
Cita Fernando Benítez en su libro “Un Indio Zapoteco Llamado Benito Juárez”
“...Para ese entonces el movimiento insurgente declinó con la muerte de Morelos, Victoria continuó manteniendo viva la causa. A principios de 1819 se ocultó, y reapareció en 1821 para apoyar el Plan de Iguala, suscrito entre Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero. Se entrevistó con Iturbide con el que tuvo grandes diferencias, pues no estaba de acuerdo en el establecimiento de un imperio sino en el de una república.”
Con la caída de Imperio de Iturbide en 1823, Guadalupe Victoria reaparece en la escena política nacional formando parte de Supremo Poder Ejecutivo; para 1824 lo nombran Presidente de la República, del 10 de Octubre de 1824 al 01 de Abril de 1829. Reconociéndole la historia como el primer presidente del México post- independentista.
Su gestión estuvo encaminada a obtener el reconocimiento de la independencia mexicana con otras naciones. Al concluir su gobierno en 1829, se retiró a vivir a su hacienda el Jobo ubicada en el municipio de Perote, Veracruz. Deja al frente del País al general Vicente Guerrero; fungió como Senador por Durango y Veracruz de 1832 a 1834, y simultáneamente combatió rebeliones en Veracruz y Oaxaca, y más tarde sería investido gobernador interino de Puebla. En 1838 asumió la comandancia general de Veracruz ante la amenaza de la guerra con Francia.
La muerte de los próceres nacionales son irremediables. Victima de la Epilepsia, mal que lo aquejo toda su vida, muere uno de los Benemérito de la Patria un 21 de Marzo de 1843, los restos del insigne defensor de la República descansa en la rotonda de los hombres ilustres en la ciudad de México.
El recordar a uno de los grandes hombres que tuvo la defensa de nuestra patria, es sinónimo de responsabilidad histórica, el hacer caso omiso a éste llamado, nos convertiríamos en apostatas de la independencia lograda en 1810, a escasos meses de celebrarse el Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución, el motivo y la razón de las luchas de los insurgentes pareciera ser que han quedado en letra muerta, la falta de empleo, inseguridad, violencia, insalubridad, falta de valores, entre muchos otros adjetivos, pareciera que están ganando la batalla, de ser así, se puede cumplir la profecía bíblica que reza “ el hombre es el lobo del hombre”.
No caigamos en lo escrito por Platón en su Libro “La Republica” que dice: “Un pueblo Ignorante es un pueblo Rebelde, un Pueblo Rebelde es un pueblo que olvida su historia y el pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla...”
Hagamos votos porque la lucha de uno de los Benemérito de la Patria como lo fue Guadalupe Victoria, sea cada vez más fructífera. Y no que México siga viviendo un gobierno de nulidad, que ha transitado, para decirlo como lo señaló el famoso escrito Mario Vargas Llosa, de una dictadura perfecta a una democracia imperfecta, gracias a un mandatario incapaz de sacar, por impericia para el cabildeo y el diálogo político con los diferentes actores, las reformas estructurales que el Estado necesita.

Por eso cuando dejen de sonar en Veracruz los fusiles y las metrallas de la ignorancia, cuando nuestras esperanzas y nuestra ideología se plasme en un épico evangelio, como aquellas tablas de la Ley que entregara Bolívar en la República del Plata, cuando nuestros anhelos todos puedan fundirse en un solo credo y en un solo postulado, podremos escuchar en el mismo idioma las voces de grandes luchadores sociales como el de Jacinto Canek, Tupac Amaru, o del tlatoani Cuauhtémoc y el príncipe Atahualpa; entonces Veracruz y México, hambrientos de justicia y sedientos de igualdad, podremos elevar al cielo nuestro canto como una sola raza, cumpliendo así el sueño del maestro Vasconcelos cuando decía: “Por Mí Raza Hablará el Espíritu”. ¿Usted qué Opina?

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