lunes, 3 de diciembre de 2007

Continúa la Partidocracia, por Alfredo Tress Jiménez

A pocos días de que el Consejero Presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Luis Carlos Ugalde, fue removido de su cargo por determinación de la mayoría de los diputados y senadores, la expectativa era que el próximo titular del órgano responsable de llevar a cabo los procesos electorales federales de este país fuera elegido democráticamente donde se privilegiara el perfil, su historial y su probado honor y compromiso con la institución y con México.
Sin embargo, no existe el ánimo de los partidos políticos llamados mayoritarios; PRI-PAN-PRD por ser contundentes en darle de una vez por todas a la política mexicana un verdadero sentido de equidad, legalidad, transparencia y certeza, ya que se vuelve a cabildear entre ellos el nombre de quién debe ser la persona que encabece esta institución tan vapuleada y manchada por el que dejó hace unos días la titularidad, debido a la parcialidad con que orientó el pasado proceso electoral federal, donde la elección presidencial quedó en tela de duda y que a la fecha la ingobernabilidad y desconfianza persiste con el titular del poder Ejecutivo Federal.
Es lamentable que en la mesa de los acuerdos para la Reforma del Estado se estén desahogando temas de la mayor importancia para los mexicanos como son lo electoral, económico y social, y en vez de privilegiar el beneficio para la ciudadanía, están repartiéndose cuotas a cambio de poder beneficiarse unos cuantos.
Así pues las reformas electorales que se debatió en la más alta tribuna del país, hace pocas semanas, hoy, al delinear las bases en el documento reglamentario que es el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE), se vuelve a evidenciar que no existe ningún ánimo de fortalecer la vida democrática del país, ya que por un lado deciden unilateralmente las tres fuerzas políticas predominantes quién debe ser el próximo Presidente Consejero del Instituto Federal Electoral (IFE), aunado a ello, se reparten los tiempos oficiales de radio y televisión de manera desproporcionada, dejando en estado de indefensión a los partidos emergentes.
También desean eliminar la figura de alianzas para que de esta manera la tendencia sea el bipartidismo y no el pluralismo como actualmente están representadas las diferentes formas de pensar que tiene el pueblo de México, excluyen la libre asociación enmarcada en los derechos internacionales.
Lo grave de ellos es que no hay la menor visión de procurar que sea por los rieles pacíficos y democráticos como se desahogue la voluntad popular, más bien utilizan la imposición, y lo único que pueden lograr es que la válvula de presión no soporte tanta desigualdad y ofensa hacia el pueblo de México, propiciando con ello conflictos sociales que vengan a desestabilizar la paz y tranquilidad que aún prevalece en este país.
Esperemos que se haga lo necesario y se insista que la Reforma Electoral debe ser con una visión ciudadana y no con una visión partidocrática. La mayoría de los mexicanos no creen ni en los partidos políticos ni en los políticos, se debe insistir en no dejar de lado la participación libre de la ciudadanía, principalmente en estos nuevos tiempos donde se exige una visión distinta en la forma de hacer política. ¿Usted qué opina? alfredotress04@yahoo.com

No hay comentarios: