El 5 de diciembre de 2007 Convergencia cumplió 9 años de haberse constituido como Partido Político Nacional. A través de este tiempo la vida interna de esta organización política ha sufrido ajustes importantes, los órganos deliberativos y de control toman cada día mayor fuerza y sus disposiciones reglamentarias se consolidan. El máximo órgano de decisión es la Asamblea y se reúne cada tres años para elegir a las dirigencias Nacional, Estatales o Municipales, según sea el caso. Son integradas por una fórmula de Presidente y Secretario General. Asimismo, elige a su Consejo del nivel de que se trate y, a los órganos de control que son las Comisiones de garantías y disciplina, de elecciones y fiscalización. Siendo ésta la única instancia que puede por mayoría, realizar modificaciones a los estatutos, documentos básicos que contienen las disposiciones que norman y regulan la vida institucional de Convergencia.
El Consejo es un órgano colegiado que se reúne, en receso de la Asamblea, de manera ordinaria por lo menos una vez cada seis meses convocado por su Presidente, y extraordinariamente convocado por el Presidente del Comité del nivel de que se trate. En este órgano deliberativo se tratan asuntos relativos a la vida institucional del partido, sus decisiones son por mayoría, y su única limitante es no realizar modificaciones Estatutarias que es facultad exclusiva de la Asamblea.
La Comisión Política Nacional es finalmente el órgano de gobierno que se reúne las veces que sea convocada por el Presidente del Comité Ejecutivo Nacional. Sus atribuciones son única y exclusivamente para analizar y resolver sobre asuntos políticos del partido en todo el país como las jornadas electorales y la toma de decisiones sobre el funcionamiento operativo. Del mismo modo, a nivel nacional, estatal y municipal, sus atribuciones están señaladas en los estatutos, reglamentos y en los planes y programas que se establezcan.
Lo que quiere decir que las determinaciones que se toman en Convergencia no están sujetas a la emoción de una persona o grupo, y mucho menos sus decisiones son resultado de las especulaciones de algunos columnistas tramoyistas o seudo periodistas que regularmente sus criterios son buenos deseos o consecuencia de dádivas de aquellos que su único propósito es dividir y destruir un proyecto que tiene origen y rumbo, prestando sus plumas de brocha gorda para complacer a quienes de alguna manera les pagan el favor.
Lo anterior viene a colación, entre otras voces, por las declaraciones recientes del senador perredista Carlos Navarrete, quién después de ser beneficiado con un espacio de representación proporcional por la entonces Coalición por el Bien de Todos en el Sendo de la República, ahora como coordinador de la fracción perredista decide sumarse a las reformas electorales recientes propuestas por el PRIAN, no tan solo a favor de eliminar del Código Federal Electoral figuras jurídicas tan importantes para la vida del sistema de partidos políticos como la participación ciudadana y las alianzas, sino también distribuir los tiempos de radio y televisión oficiales de manera inequitativa, afectando no tan solo a sus aliados históricos sino a la ciudadanía en general. Ahora pretende sin ni siquiera contar con un resolutivo de los órganos de decisión de su partido, y mucho menos ser voz autorizada de otros partidos como el PT o Convergencia, declarando irresponsablemente que deberían desaparecer los tres partidos, PRD - PT – Convergencia y fusionarse en uno sólo.
Esas declaraciones solo son cortinas de humo para distraer dos cosas; por un lado, minimizar el impacto hacia la opinión pública del divisionismo que existe al interior de su partido el PRD; y por la otra, disminuir el alto costo político que está ocasionando, el pasar a segundo término la plataforma electoral enarbolada en el Congreso Federal por el Frente Amplio Progresista, conformado por los tres partidos que participaron en las elecciones federales del 2006 como la Coalición por el Bien de Todos y, coludirse con el PRIAN en la reciente reforma electoral, que no tan sólo pretende desaparecer la pluralidad política nacional, sino que promueve de espaldas a los mexicanos el bipartidismo.
Sin duda las desesperadas y aberrantes declaraciones de este legislador perredista solo tendrán eco, de tenerlo, en su partido el PRD y si lo que pretende es refundarlo o desaparecerlo, ese será un debate al interior de los órganos de decisión del instituto político al que pertenece. Por cuanto hace a Convergencia, ya lo señaló su presidente nacional Luís Maldonado en su reciente visita al Estado de Veracruz. "En las elecciones intermedias del 2009 Convergencia se presentará ante el electorado solo", busca en estos momentos la consolidación del partido, el conservar el registro debe ser preocupación de otras fuerzas políticas.
Convergencia a sus 9 años de formar parte del sistema de partidos políticos tiene vida propia, sus órganos de decisión determinan el rumbo que debe seguir. Las especulaciones que se realizan en los medios de comunicación son solo eso, especulaciones. El deseo de unos cuantos de que releven a algunos de sus dirigentes estatales, sólo son una mas de la desesperación de los detractores que buscan, con la complacencia de gobernantes en turno, hacer de los dirigentes de Convergencia que representen a su partido en forma sumisa, dócil, obedientes a las políticas institucionales estatales y ser caja chica de algunos escritores de brocha gorda. ¿Usted que Opina?.
alfredotress04@yahoo.com
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