lunes, 23 de abril de 2007

Liberales o Conservadores, ¿quién debe gobernar México?,por Alfredo Tress Jiménez

Al final del imperio de Iturbide, se permitió el desarrollo de dos formas de percibir la parte política, incubadas a lo largo de la colonia,: Por parte de la logia yorkina: el Partido Liberal y por parte de la logia escocesa: el Partido Conservador.
El Partido Liberal llamado también partido del Progreso, dividido en puros y radicales, fue fundado por José María Luis Mora a principios del siglo XIX. Quienes lo apoyaban eran gente de modestos recursos.
El proyecto político era introducir cambios profundos en la sociedad para quitar el despotismo y poner libertades políticas y civiles. Se pensaba en una República Federal, Democrática, Representativa y Popular, estableciendo los tres poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. Que hubiese igualdad ante la ley manteniendo la constitución de 1824. Otorgar libertades individuales para consagrarse al trabajo, industria, comercio etc, de cada uno. Habiendo tolerancia de religiones.
La iglesia tenía un gran monopolio sobre muchas cosas y los liberales buscaban que primeramente se separara la iglesia del estado, suprimir la campaña de Jesús y quitarle los bienes de la iglesia para que fueran usados por los más necesitados ,así como los tributos, los registros civiles, los fueros, los votos y la educación.
Para los liberales la educación estaba en primer lugar, buscaban separarla de la iglesia para que así todos pudiesen tomar educación. Imaginaron la escuela como la conocemos hoy: Laica, Obligatoria y Gratuita, en manos del estado y siguiendo las líneas de la ciencia.
Por su parte, quienes apoyaban y fundaron el Partido Conservador, eran gente rica, del ejército, terratenientes, etc. Como por ejemplo Lucas Alamán (fundador), Airangoiz, Elguero, Zuluaga, Juan Nepomuceno, Antonio Haro, Miramón, Osollo, Márquez, etc.
Su proyecto político era continuar con el antiguo régimen y orden social español, basado en privilegios en prejuicio de otros. Instauraban regímenes sin elecciones, se daba una monarquía centralista con estados convertidos a departamentos anti-federalistas.
La iglesia lo era todo para ellos. La única religión permitida era la católica con unidad eclesiástica. Tenían fuerza económica debido al monopolio de muchas cosas. Tenían la fuerza pública para "moralizar". Otorgaban los privilegios a la iglesia para coordinar la educación- únicamente para los ricos- para que así no hubiera ideas liberales.
El desenlace de esta historia la conocemos todos; triunfaron los liberales sobre los abusos y despotismos de los conservadores y fue precisamente la sociedad mexicana de aquella época, quien decidió derrocar a los conservadores, cansada de haber sido lacerada y marginada por esta clase de burgueses que solo buscaban satisfacer intereses a conveniencia y enriquecer sus bolsillos a manos llenas a costa del hambre y marginación que imperaba.
Sin embargo, poco a poco los conservadores recobraron el poder, para ser precisos fue en el 2000 con FOX. Después de tantos años de buscar bienestar común, nuevamente se instauraron los radicales ahora llamados de derecha o más bien, de ultraderecha. Las semejanzas entre los conservadores de aquella época y la ultraderecha moderna son muchas; la principal es que buscan privilegios para los más favorecidos en prejuicio de las masas que son las más laceradas por el sistema.
Defienden a ultranza y son cómplices de casos famosos de corrupción, de los abusos del ejército, de la intromisión de la iglesia en asuntos políticos, de la represión a la libertad de ideas, del derecho que tienen todas las personas a decidir sobre su cuerpo y además, en su afán de ganar más y más poder han viciado algunas instituciones que deben estar al servicio de los mexicanos para garantizarles transparencia y democracia en sus decisiones electorales.
Más sin embargo, después de las elecciones del pasado 2 de julio, los partidos de Centro Izquierda, progresistas, que son la mayoría, que coinciden con los liberales que le dieron libertad, justicia y equidad social al México del siglo XIX, comienzan a agruparse, para conjuntamente buscar el bienestar común, la economía popular, el derecho de los trabajadores a un salario justo, una educación accesible en todos los niveles y para todos los jóvenes, el respeto a la democracia y a los mexicanos.
México necesita una nueva política, donde actúen hombres y mujeres sobrios, austeros, honestos, que entiendan que el poder sólo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás. Necesitamos una nueva política que deje de lado la prepotencia, el cinismo y la corrupción que caracteriza actualmente a quienes están al frente del gobierno federal y desde ahí mueven sus tentáculos en sus cajas chicas de todo el país.
Es justo, necesario y urgente frenar el empobrecimiento de nuestro pueblo, minimizar la violencias y crear las condiciones para atender las necesidades de millones de mexicanos que hoy están condenados a sobrevivir con hambre, con carencias y a quienes, de manera inhumana, este régimen les quiere arrebatar hasta el derecho a la esperanza. De ahí que ya se empiezan a generar movimientos en donde hombres y mujeres, ciudadanos convencidos y esperanzados intentan sacar a México del atraso, y sobre todo, de la pobreza y marginación. La ciudadanía al igual que en tiempos de los liberales y conservadores ha comenzado a despertar y a actuar, está en sus manos recobrar una calidad de vida digna a la que todos tenemos derecho. Con una reflexión profunda que debemos hacer todos, nos debemos preguntar ¿en pleno siglo XXI, quién debe gobernar México, Los Liberales o los Conservadores. ¿Usted qué opina?
alfredotress04@yahoo.com

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